Según los informes desde la policía, Brando Pelayo, de dieciocho años, ha sido acusado de asesinato, intento de asesinato y uso de medios letales. Esto es ya que los investigadores creen que Pelayo es el culpable de disparar contra la residencia de Joseph Budna y matar a Kelvin Hernández, de dieciséis años, en agosto pasado.
Budna estaba dentro de su habitación con Hernández, cuando fueron atacados a balazos desde afuera de la casa. Tanto Budna como su amigo resultaron heridos; desafortunadamente, Hernández falleció mientras recibía tratamiento en el Hospital Comunitario de San Ignacio.