La Corporación Financiera de Desarrollo celebra su 60º aniversario. Es normal que un hito así traiga consigo reflexión y planes para el camino a seguir. Para el DFC, su director ejecutivo, Henry Anderson, espera transformar la organización en un banco de desarrollo de pleno derecho. Para todos los efectos, la DFC opera como un banco de desarrollo, pero para estar al mismo nivel operativo que los bancos de desarrollo de la región, tendrá que trabajar un poco. El director ejecutivo Anderson explica que la transformación tendría que ver a la DFC participar en asociaciones público-privadas e incorporar préstamos de segundo nivel: Si nos fijamos, digamos bancos de desarrollo en América Latina y vayamos al Banco de Jamaica, ellos hacen lo que se llama préstamos de segundo nivel y si el gobierno quiere hacer un proyecto de infraestructura, tienen la capacidad de movilizar capital y llevarlo al espacio del desarrollo, no hacemos eso. Simplemente vamos y pedimos prestado al BID o al BDC, por lo que debemos poder cambiar eso a Asociaciones público-privadas, por lo que el gobierno tiene una unidad en la oficina del Primer Ministro. En Jamaica, por ejemplo, está en el Banco de Jamaica y tiene la experiencia técnica para construir esas cosas. Belice emitió un bono azul, quizás dentro de diez años, cuando queramos emitir algo más, DFC tendrá la capacidad de ser quien lo suscriba. Definitivamente necesitaremos el apoyo de otras instituciones financieras más grandes, por ejemplo con el Bono Azul para Belice porque la calificación crediticia de Belice no estaba en el nivel que queríamos, que fuera la DFC de EE. UU., EE. UU. tiene una DFC, ellos fueron los que pusieron una garantía en vigor y que aumentó la calificación de riesgo y demostró la calificación de riesgo del bono para hacerlo vendible. Otros bancos de desarrollo de otros países pueden ofrecer garantías. Se escucha que hay liquidez en el sector comercial. Una de las tareas de un banco de desarrollo debería ser ver cómo se puede tomar una parte de esa liquidez y llevarla al espacio de desarrollo. El desarrollo de un país no es sólo para el gobierno, es para el gobierno y el sector privado, pero el sector privado no podrá asumir el riesgo que asume DFC. Los bancos comerciales prestan su dinero cuando está seguro, por lo que deben ser prudentes y cuidadosos. Nuestro trabajo debería ser colaborar con ellos para reducir el riesgo de los proyectos brindando garantías para poder hacerlo. Así que esos son productos más complejos que DFC no puede ofrecer todavía porque necesitamos desarrollar la competencia para hacerlo”.