La semana pasada, una foto de un niña de 6 años se volvió viral cuando un residente observó a la niña esperando sola un autobús en la aldea Sandhill, distrito de Belice. La niña vestía uniforme escolar y estaba equipada con una mochila escolar, pero no tenía acompañamiento ni supervisión de un adulto. El ciudadano publicó la situación no para cuestionar las decisiones de los padres, sino para pedir a los funcionarios de transporte que trabajen para facilitar recorridos de autobús adecuados para los niños en edad escolar. Lo que nuestra sala de redacción ha encontrado extremadamente preocupante es el silencio ensordecedor de las organizaciones que tienen el mandato de velar por el interés superior de los niños. En una semana, les contamos sobre una pequeña niña asesinada a tiros, un bebé llorando mientras veía a su madre apuntada con una pistola y robada; una niña de 6 años despertada por un ladrón que agredió y violó a su madre; un niño de 13 años con necesidades especiales que se ahogó, y una niña de 6 años sola en una parada de autobús a las seis de la mañana. Hasta donde sabemos, hay varias organizaciones que supuestamente atienden a los niños, incluido el Comité Nacional para la Familia y la Infancia; el Enviado para la Familia y la Infancia, y el Ministerio de Desarrollo Humano.