La Corona cerró ayer su caso contra Everal Martínez, de veintiséis años de edad (26), acusado del asesinato de la bebé de diecisiete meses Allyssa Núñez. Martínez hizo una declaración en el banquillo de los acusados, diciendo que no le causó daño a su hijastra y que la amaba como un padre ama a su hija. Supuestamente, la niña fue abusada física y sexualmente en febrero de 2018 y murió cinco días después, el 4 de marzo de 2018, en el K.H.M.H. Cinco años más tarde, el abogado de la corona, Porsha Staine-Ferguson, presenta el caso y, después de solo dos días de audiencia, la fiscalía concluyó su caso después de llamar a doce testigos.
En su declaración , Martínez dijo que dejó al bebé al cuidado de sus dos hermanas y fue a llevar a su novia a la estación de autobuses. Dijo que cuando regresó a casa, la bebé se durmió y, unas horas después, notó que estaba actuando de manera extraña. Cuando la revisó de cerca, dijo que notó que tenía dificultades para respirar, que empeoraron rápidamente. Ayer, testifico el doctor Cecilio Eck, médico que examinó a la niña cuando ingresó con heridas en el K.H.M.H. y el doctor Mario Estradabran, médico que realizó la autopsia. Según el doctor Eck, la niña llegó con convulsiones, tenía el ojo derecho inyectado en sangre y tenía moretones en todo el cuerpo.
Eck dijo que todas las lesiones de la niña habían sido infligidas ese mismo día. El doctor Mario Estradabran tomó entonces el estrado de los testigos y dijo que la bebé murió por una arteria bloqueada debido a una hemorragia cerebral masiva debido a un traumatismo craneoencefálico por un tipo de instrumento de fuerza contundente. La corona y la defensa tienen previsto proporcionar al juez sus argumentos orales y escritos entre el seis y el veintitrés de abril y el juez Ricardo Sandcroft ha reservado el fallo para el dos de mayo.